Es importante en la decoración, el tener en cuenta los «pequeños detalles», que por insignificantes que nos parezcan, mejoran o estropean en su conjunto, un proyecto decorativo.
Para dar el estilo que deseamos, el interiorismo cuidado de un espacio resulta imprescindible.
Pequeñas sutilezas embellecen y proporcionan distinción a todo el conjunto.
Para un salón sobrio y refinado, el proyecto debe optar por muebles en líneas rectas y de inspiración clásica. Trabajar los ventanales y puertas tratando de que se conserven intactas aún con el paso de los años. Buscar mediante las formas y los elementos de belleza formal y estética elegante.
Aunque el mobiliario del salón sea blanco, busquen elementos que posean textura ya que esto le aporta carácter y riqueza a las salas.
El éxito radica en el Eclecticismo de las formas. Eclecticismo es el método que consiste en reunir, procurando conciliarlas, opciones sacadas de estéticas diversas y aun opuestas.
Esta cualidad admite diferentes géneros basándose en un proyecto común armónico.
Infaltable, lucir el salón acompañada de la belleza de los centros de flores frescas que aportan un extra de delicadeza inigualable.
El salón no debe perder el orden ni la luz, tonos claros en paredes y mobiliario y líneas rectas sobre todo y nunca perder la funcionalidad de la sala.