La Luna de Miel hace referencia al viaje o vacación que los novios suelen realizar después de la ceremonia y la noche de bodas, aunque en realidad es mucho más que un viaje, ya que son los primeros tiempos de la vida en pareja.
La tradición de la Luna de Miel es común a muchos países, culturas y hasta diversas religiones.
Su origen es tan remoto en el tiempo como la cultura babilónica de hace más de cuatro mil años atrás. En estas tierras que hoy pertenecen a Irak, se hizo costumbre el ofrendar por parte del padre de la novia, al reciente esposo, cerveza de miel durante todas las noches de un ciclo lunar, o sea un mes.
De aquí la etimología de su nombre: Luna de Miel.
Además se consideraba a la Miel un generador de fertilidad, y lo que se pretendía era aumentar la familia.
En nuestro 2012, por lo general el período de la Luna de Miel ya no significa como antes, los primeros tiempos de convivencia, la mayoría de las parejas occidentales ya han convivido antes de dar el sí.
Pero a pesar de esto, la Luna de Miel continúa teniendo ese encanto, esa mística que forma parte de toda celebración.
La Luna de Miel son esos días en los que los recién casados se olvidan del estrés de la boda y del mundo en general y se dedican todo el tiempo a sí mismos únicamente y a disfrutar, con la Luna como símbolo de romanticismo y la Miel con su cuota de Dulzura.