La fiesta de Halloween es una conjunción de costumbres y tradiciones de diferentes épocas y lugares que por su asociación de misterios y sorpresas se ha convertido en un atractivo que ha llegado a tomar mucho impulso en Uruguay.
Es responsabilidad de los irlandeses la creación de la fiesta de la Noche de las Brujas y el símbolo más famoso de la noche de Halloween la calabaza hueca con una vela dentro.
Esta tradición viene de la leyenda de Jack un irlandés que tuvo prohibida la entrada tanto al Cielo como al Infierno y es condenado a vagar por el mundo buscando entrada a uno de los dos sitios con la única ayuda de un repollo con una vela dentro.
La leyenda cambió el repollo por la calabaza y así nace el mito de la calabaza de Halloween.
Fue en Francia entre los siglos XIV y XV, durante la celebración de la «Fiesta de Todos los Santos» que surgen los disfraces, cuando Europa estaba azotada por la peste bubónica. La plaga provocó entre los católicos un gran miedo a la muerte y, esta, exaltó su creatividad.
En la fiesta de los «Difuntos» se multiplicaron y nacieron muchas representaciones artísticas que recordaban la mortalidad propia del ser humano. Estas representaciones se conocieron como la «Danza de la Muerte» y con el tiempo dieron lugar a una auténtica «fiesta de disfraces».
El pedir y comer dulces es otra costumbre que identifica Halloween.
La tradición comenzó en Europa en el siglo IX cuando, cada 2 de noviembre, los cristianos pedían «tortas de alma« que eran pedazos de pan dulce, prometiendo rezar por la paz de los parientes muertos de los donantes. Con el tiempo esta costumbre se fusionó con la fiesta de Halloween convirtiéndose en otro rasgo típico de la celebración.
Halloween es una tradición que a su vez hizo crecer toda una industria entorno a sus mitos y leyendas que sigue desarrollándose por el mundo todo.