Las fiestas de fin de año es para las empresas una oportunidad de agasajar a sus empleados, llamado público interno dentro del lenguaje de comunicación social. Esto genera un clima alegre y de integración con la institución.
La elección del lugar es básica para estudiar la plataforma a desarrollar.
Se debe llevar a cabo el registro de ingreso de tal forma que sea tan eficiente como cálida.
Una metodología de este tipo de eventos que no falla es basada en un presentador que lleve el evento a la altura de la circunstancia con simpatía sin caer en la monotonía y el aburrimiento, el cual guíe el evento en sus diferentes fases.
Antes de empezar con los diferentes juegos se deben presentar los regalos para los premios y rifas vendidas anteriormente por todos los compañeros, mientras se sirve un refrigerio.
Dependiendo de las posibilidades del lugar elegido, comienza «el mejor partido», fútbol, basquetbol o un simple bingo, sirven como escusa para romper el hielo y entrar en clima alegre donde todos interactúen por igual.
Este juego no debe exceder los 30 minutos dentro de lo planificado. Posteriormente los invitados toman asiento en sus respectivas mesas y se sirven los platos seleccionados, mientras se procede a la entrega oficial de regalos y premios.
Una vez que el clima está armado, el animador se despide iniciando el baile, la música debe pasar por diferentes estilos y épocas, cubriendo todas las edades que participen del festejo.
La finalidad de la Despedida de fin de año es el fortalecer el equipo, para seguir transitando en un camino firme y confiable, generando un buen clima entre los compañeros de trabajo donde el compromiso y la fidelidad sean bases fuertes para seguir adelante.