Se dice que el origen de las despedidas de solteras proviene de Holanda, cuando una campesina se enamoró y comprometió con un molinero muy pobre pero con muchos amigos. El padre de ella se negó a pagar la dote, hecho que no logró detener a los enamorados que continuaron con su plan de unirse y contaron con el apoyo y los regalos de todos los habitantes del pueblo que apreciaban al molinero y su pareja, logrando así obtener todo lo necesario para consumar su unión.
Con el transcurrir del tiempo, la fiesta de soltera se ha convertido en una celebración organizada por las familias y las amistades con el fin de despedir la vida «sin compromisos» que hasta el momento la novia tiene. Generalmente con amistades intimas donde hay, comida, bebida, regalos y juegos subidos de tono.
Antes era sólo para la novia, ahora también el novio tiene su propia despedida o incluso se realiza para la pareja.
Las Despedidas de soltera deben ser muy dinámicas y divertidas por lo que es fundamental planificar con tiempo los distintos juegos y premios para las ganadoras. Los juegos tendrán que ser más picantes y generalmente se hace uso del doble sentido.
Es importante entrar en clima de confianza y desfachatez por lo que si a la reunión asisten personas de diferentes ámbitos que no se conocen entre sí, se debe romper el hielo con juegos que las hagan interactuar para generar la complicidad. Un buen juego de integración es cantar canciones con letras inventadas por las invitadas siempre buscando un doble sentido. Más entrada la reunión se suman al canto bailes y coreografías.
Es infaltable la parte de disfrazar a la futura esposa como hombre y sumarse todas al ridículo, entre más ridículo se haga, más se grite y más se corra, será más divertido para todas. En este tipo de despedidas se va subiendo el tono con el desarrollo de la fiesta y se espera la aparición de un guapo stripper o se termina asistiendo a espectáculos solo para mujeres.
Divertirse sanamente y con amigas es el objetivo de la fiesta con chistes y juegos siempre relacionados al sexo opuesto, donde el verdadero sentido de la celebración es el de apoyar a la novia y su pareja en esta nueva etapa de su vida.